Hola Diego, la verdad que deja un sabor agridulce lo que pasa con el WRC. No estaba al tanto de la venta y demás detalles, tu blog me llevo a estas reflexiones.-
La categoría rally siempre me gusto porque en cualquier nivel que se desarrolle, me resulta muy completa en todo aspecto; no se destaca el piloto sino tiene un buen copiloto, además de tener una buena asistencia técnica en su equipo, acompañado de un buen presupuesto y surtido de una buena logística que nutra las estrategias programadas para cada carrera.- Pero falta un elemento en común a todos los participantes: EL RELOJ.-
Siempre deberán vencer al tiempo, y allí, todos los componentes mencionados se tornan inocuos ante el abstracto rival, si no vienen juntos de la mano é incluso, hasta empujados de un toquecito de suerte, que como en todos los ordenes de la vida, suele llegar o faltar cuando menos se la espera.-
La estrategias suelen ser estudios minuciosos contemplando la mayor cantidad de variables que una cosa ó elemento puede sufrir, arrojando por mínimas diferencias resultados bien dispares.-
La venta de los derechos de difusión del WRC, tal vez se pensó en mayores réditos económicos y/o publicitarios ó vaya uno a saber, en mi caso, como mero seguidor a través de los medios de dicha categoría cuales habrán sido su real origen.-
En fin, y con los resultados a la vista, el WRC transitó un sinuoso é irreconocible circuito que termino en un callejón sin salida y con la caja de cambios rota que impidió poner reversa y al menos, conformarnos con “dar la vuelta”.-
El automovilismo nacional esta en pleno uso del “laboratorio”.- Veremos que sale de allí.-
En lo personal, si bien en su momento me resulto “atractivo” ver cámaras on-bord, cuando se comenzó a “abrir” la radio a los espectadores, no me gusto; entendía que la “intimidad” de piloto-equipo, códigos-estrategias, debían quedar en ese ámbito, y como espectador ó publico esta bueno “no saber todo”, se mantiene la magia é incluso les permite “vendernos” algo más del show.-
El efecto boomerang, tarde o temprano dice presente.-
En 2011 el automovilismo nacional tuvo escenas tan radicales y estruendosas como irreparables.- El autazo de Ugalde en Mar de Ajó, que dijo “basta” faltando “nada” para el final.- El auto de Ponce de León; el fin del LSG; el callejero de TC 2000; El “palo” de Canapino; escándalo en la definición de la Formula Renault plus; la expulsión de Cuervo; el nacimiento del GPG Racing; los cambios de motoristas de Rossi; la no “primera victoria” de Giallombardo en Paraná; primer triunfo de Falaschi en Top Race; el apuro por terminar Balcarce; el dolor en la “barrosa”……
Quienes puedan esquivar el boomerang lo harán, quienes no, sólo pondrán su mejor cara y el discurso con las declaraciones “políticamente” correctas, anhelando, como al terminar el secundario “que no se corte”.-
A escasas semanas de comenzar el calendario las fichas se mueven en silencio y no tanto. El TC2000 con los V8, los circuitos a definir del TC, la creación de nuevos equipos, y la ausencia de otros, pareciera ser que las más acertadas son las promotoras que ya tienen el paraguas a mano “por si llueve”.-
Mientras tanto Mauro Giallombardo fue a “probar” un Nascar a E.E.U.U., aun se regurgitan sabores desencontrados de aquel amargo “Paraná”, que sólo el joven de Bernal sabrá “que pasó” por su cabeza y oídos, para la “levantada” más inexplicable de quien se siente, se proyecta y se llama a ganador.-
La tribuna y el hincha común del automovilismo, puede entender según los tiempos que corren, pero no perdona ni olvida, y a riesgo de haber plantado un mojón en su propia vida deportiva a nivel nacional, el “cara de ídolo” en un hábil movimiento de cintura, buscará su futuro en otros pavimentos, donde la pasión pasa por el bolsillo y por la parafernalia grandilocuente del show, y donde la venta al mejor postor, siempre tiene un “SI SEÑOR” disponible.- Good bye.-